Había esperado, buscado el momento de tranquilidad preciso para dedicarse a aquello que le habia dado vuelta en la cabeza ya por mas de una semana. Había dispuesto y ordenado las cosas de tal manera que existía hasta un orden cronológico de según las iría usando.

Cuando se sento frente al computador sintio el miedo de alguien que se acercaba, y eso significaría perder valiosos minutos. Sintió su corazón acelerar como quién se encuentra frente a un precipicio. El vertigo de perder aquello que por las noches no la había dejado soñar con otra cosa.

Ese era el momento, había que ya vaciarlo en el papel, tomo sus cigarros para empezar a recapitular el como se había ido enmarañando tanto antecedende, pero no encontró el encendedor, el sólo hecho de que algo no estuviera en su lugar, sólo el hecho de haber fallado en un detalle le hizo sentir otra vez el vertigo, como esos saltos en la cama cuando uno sueña que se cae.

Encendido el cigarro comenzo de nuevo a ordenar la cabeza, formando locos archivadores que llevaban información de un lado a otro.

- Un día había sido esto, pero al día siguiente se había presentado lo otro, nada que no hubiera visto la primera noche que se le presentó.

Pasó a su libreta personal, repaso algunas de las cosas que había anotado, en ciertos momentos.

Respiro profundo, puso sus dedos en el teclado, y se dispuso a escribir.