Lleno mi panza de palabras que no te diría jamás.
No, lo que se pierde, siempre regresa a nosotros, quizá no de la forma en que esperamos, quizás no a través de los mismos de antes. Nada se pierde, todo se transforma. Evolución, triste sería vivir la eternidad en la monotonía de lo que no crece ni se fortalece. Sólo se necesita la convicción de creer que hay mucho mas allá de nuestros ojos... ver mas allá de lo que ves... y la fuerza para ir mas allá.
Los que quieren, siempre estarán, a veces esperan, a veces acompañan; recibido ese don ha tenido la suerte de alejarse, y volver a los viejos hombros, orejas y brazos que siempre estuvieron, con la satisfacción de haber rescatado nuevos, que de verdad se valoran.
Se trata quizá de tomar lo aprendido, lo disfrutado, y mejorarlo... making it better...
Considerar muerto lo perdido, sólo lleva a la rendición, a la sumisión. Condicionantes de la tristeza.
Sólo por recordar la historia del burrito que por viejo su amo quería matar, y para hacerlo, lo lanzo a un pozo, y le fue tirando tierra encima. Cual fue su sorpresa cuando al terminar de llenar el hoyo del pozo, el burrito estaba arriba, triunfante!. Cada palada de arena que le caía encima, le servía para poder subir al exterior.
Fuerza y convicción!
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